Elecciones presidenciales de Rusia de 1996

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Elecciones presidenciales de Rusia de 1996
Fecha Domingo 16 de junio de 1996 (Primera vuelta)
Miércoles 3 de julio de 1996 (Segunda vuelta)
Tipo Presidencial

Demografía electoral
Hab. registrados 1ª Vuelta: 108,495,023
2ª Vuelta: 108,589,050
Votantes 1.ª vuelta 75,587,139
Participación
  
69.67 %  5 %
Votos válidos 73,351,098
Votos nulos 2,236,041
Votantes 2.ª vuelta 74,706,645
Participación
  
68.78 %  0.9 %
Votos válidos 70,306,236
Votos nulos 4,385,054

Resultados
Borís Yeltsin – Independiente
Votos 1.ª vuelta 26,665,495
Votos 2.ª vuelta 40,208,384  50.8 %
  
35.79 %
  
54.39 %
Guennadi Ziugánov – PCFR
Votos 1.ª vuelta 24,211,686
Votos 2.ª vuelta 30,113,306  24.4 %
  
32.49 %
  
40.73 %
Aleksandr Lébed – KRO
Votos 1.ª vuelta 10,974,736
  
14.73 %
Grigori Yavlinski – Yábloko
Votos 1.ª vuelta 5,550,752
  
7.45 %
Vladímir Zhirinovski – PLDR
Votos 1.ª vuelta 4,311,479
  
5.79 %

Mapa del resultado de la 1ª Vuelta
Elecciones presidenciales de Rusia de 1996
     Boris Yeltsin

Mapa del resultado de la 2ª vuelta
Elecciones presidenciales de Rusia de 1996
     Boris Yeltsin


Presidente de la Federación de Rusia

Las elecciones presidenciales de Rusia de 1996 se realizaron el domingo 16 de junio de 1996 (primera vuelta) y el miércoles 3 de julio siguiente (segunda vuelta). El resultado fue la victoria del, en ese momento, presidente de Rusia, Borís Yeltsin, quien se presentó como independiente. La participación en la primera ronda de la votación fue del 69,8 %. De acuerdo con los datos anunciados, Yeltsin ganaba un 35 % del voto; Guennadi Ziugánov un 32 %; Aleksandr Lébed, un 14,5 %; el candidato liberal Grigori Yavlinski un 7,4 %; el nacionalista de extrema derecha Vladímir Zhirinovski un 5,8 %; y el expresidente soviético Mijaíl Gorbachov un 0,5 %. Con ningún candidato asegurando una mayoría absoluta, Yeltsin y Ziugánov pasaron a una segunda ronda. Al mismo tiempo, Yeltsin recogía un gran sector del electorado designando a Lébed para los puestos de consejero de seguridad nacional y secretario del Consejo de Seguridad. En el escrutinio de la segunda vuelta, con una participación de un 68,9 %, Yeltsin consiguió un 53,8 % del voto y Ziugánov un 40,3 %, con el resto (5,9 %) votando "contra todos".

Análisis y declaraciones posteriores afirman que las elecciones fueron fraudulentas, con el fin de favorecer a Yeltsin.[1]​ Y es que al comienzo de la campaña se había pensado que Yeltsin, que gozaba de una salud dudosa (después de haberse recuperado de una serie de infartos) y cuyo comportamiento era algo errático, tenía pocas posibilidades de reelección. Cuando empezó el período electoral a principio de 1996, la popularidad de Yeltsin estaba cercana a cero. Mientras tanto, el Partido Comunista de la Federación Rusa de la oposición ya había ganado terreno en el voto parlamentario el 17 de diciembre de 1995, y su candidato, Guennadi Ziugánov, tenía una base fuertemente organizada, especialmente en las zonas rurales y las pequeñas ciudades, y apelaba al recuerdo de los tiempos del prestigio soviético en el escenario internacional y el orden socialista.

En este contexto, Yeltsin cambió a su equipo electoral y nombró director de campaña a Anatoli Chubáis, que no solo era el organizador de la campaña sino también el arquitecto del programa de privatización ruso. Así, el entorno del presidente asumió que solo tenía un breve período para actuar en la privatización; por ello necesitaba dar pasos que tuvieran un impacto inmediato, haciendo que la vuelta atrás en la reforma tuviera un coste prohibitivo para sus oponentes. La solución de Chubáis fue optar por intereses potencialmente poderosos, incluyendo los directores de empresas y oficiales regionales, con el fin de asegurar la reelección de Yeltsin.

En la primavera de 1996, Chubáis y Yeltsin reclutaron a un equipo de seis magnates que lideraban las finanzas de Rusia (todos oligarcas), los cuales financiaron la campaña de Yeltsin con US$500 millones, a pesar de que el límite de la campaña se había fijado en 3 millones de acuerdo con la ley electoral rusa. Además garantizaron una cobertura mediática que servía a la estrategia de la campaña del presidente. Los medios dibujaron el cuadro de una elección fatídica para Rusia: entre Yeltsin y la "vuelta al totalitarismo" e incluso jugaron con la idea de una guerra civil si un comunista era elegido presidente. El círculo de Yeltsin trabajó para dividir el discurso político, excluyendo de este modo al centro —representado principalmente por el liberal Grigori Yavlinski— y convenciendo a los votantes de que solo Yeltsin podía vencer a la "amenaza" comunista. Las elecciones se convirtieron en una competición entre dos hombres, y Ziugánov, que carecía de los recursos de Yeltsin y del apoyo financiero, vio impotente cómo se desvanecía su, al principio, fuerte iniciativa.

Yeltsin hizo una campaña enérgica, acallando las voces acerca de su salud, explotando todas las ventajas para mantener un alto perfil mediático. Para apaciguar el descontento de los votantes, hizo la declaración de que abandonaría algunas reformas económicas impopulares (políticas de austeridad neoliberales) y aumentaría el gasto en asistencia social, terminaría con la guerra de Chechenia, pagaría los atrasos de salarios y pensiones y cancelaría el programa de reclutamiento militar. Un mes después de su elección, Yeltsin decretó la cancelación de casi todas estas promesas, con excepción de la guerra de Chechenia, que se paró durante 3 años. Justo después de la elección, la salud física y la estabilidad mental de Yeltsin se fueron haciendo cada vez más precarias. Muchas de las funciones ejecutivas de Yeltsin recayeron sobre un grupo de consejeros (muchos de los cuales tenían estrechos lazos con los oligarcas).

  1. Shuster, Simon (24 de febrero de 2012). «Rewriting Russian History: Did Boris Yeltsin Steal the 1996 Presidential Election?» (en inglés). Revista TIME. Consultado el 25 de noviembre de 2016. 

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